Luz a raudales y sensación de espacio es lo primero que me viene a la mente al ver esta casa y es que las dimensiones son importantes desde luego, pero los tonos gris y blanco usados en este interiorismo así como al altura de los techos potencian este efecto. La mezcla de muebles de lineas actuales decapados en blanco con muebles de inspiración provenzal francés me resulta fresca y deliciosa. Los suelos en barro cocido, a excepción del salón que son de mármol, acentúan mas si cabe el aire rústico de esta propiedad. Una casa de verano que nos invita a pasar y a disfrutar. ¿No os parece?
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