Cuando ya hemos despedido el invierno para dar paso a la tan esperada primavera, podemos disfrutar de las montañas en todo su esplendor. El bosque en su máxima expresión nos regala maravillosas estampas, pero si además se disfruta de una residencia como la que hoy os muestro el resultado no puede ser mejor. Una casa de puro lujo alpino transformada en un maravilloso loft con paredes de cristal para que el paisaje se funda con su interior minimalista. Lo que me gustaría destacar es la original estructura elevadiza para la mesa del salón que ofrece múltiples funciones. Sin duda un loft interesante, elegante y refinado. ¿No creéis?
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