Un buen día los propietarios de esta casa dejaron la ciudad para trasladarse al campo y poder realizar allí su sueño. En la actualidad son propietarios de una pequeña cervecera en la que producen de manera exclusiva y de forma casi artesanal esta bebida. La casa tiene aires de bohemia, las paredes se han dejado en ladrillo visto y los suelos prácticamente como estaban en origen. Toda ella desprende una magia nórdica singular. Destacaría especialmente la austeridad, casi monacal de la cocina y la habitación.
Imágenes: Fri