Os prometí explicaros mi experiencia personal de las últimas vacaciones de verano a Holanda y aunque llega un poco tarde, dicen que lo bueno se hace esperar....
Era nuestro deseo viajar a algún lugar de Europa que no resultara muy agobiante a nuestro hijo pre-adolescente, así que después de meditar diferentes destinos escogimos Holanda por varias razones, una de ellas era que es un país no excesivamente grande lo que nos permitía movernos con facilidad de una ciudad a otra y disponer de tiempo libre en cada una de ellas, la otra era que tenía canales en la mayoría de sus pueblos y ciudades y eso les confiere un encanto especial y la última que podríamos ir en bicicleta por todos los lugares (y eso fué lo que más le gustó a nuestro hijo) así que una vez decididos solo nos faltaba encontrar hotel. Mi marido decidió que nos alojaríamos en el Hotel Mercure Arthur Frommer en Amsterdam y la verdad fue todo un acierto. Idealmente ubicado y con unas originales habitaciones fué el mejor punto de partida para recorrer la ciudad. El hotel dispone de alquiler de bicicletas para todo el día lo que te permite salir por la mañana desde el hotel y no tener que estar pendiente de entregarlas a una hora en concreto por la noche.
El centro de la ciudad en sí no es excesivamente bonito, me refiero a la plaza Dam y alrededores, pero puedo dar fe que el resto es maravillosa en especial la zona que rodea los tres canales mas bellos de Amsterdam el Prinsengracht, el Keizergracht y el Herengracht. La magestuosidad de sus edificios y la belleza de sus canales, el gusto por los pequeños detalles como las flores y los bancos en las entradas de las casas, que además nos regalaban bellas imágenes de sus interiores, es algo que me dejo un grato recuerdo. Las casitas flotantes que jamás pensé que pudieran ser tan bellas. El magnífico museo Van Gogh que junto con la Tate Modern de Londres, el MoMa y el Metropolitan de Nueva York creo que los destacaría por encima de los muchos que he visitado. La casa Museo de Anna Frank, dejó en mí un extraño sentimiento de tristeza al pensar como fue posible que una familia tan numerosa pudiera vivir tanto tiempo y en esas condiciones en esa casa tapiada, me hizo reflexionar sobre la condición humana que permitió todos esos crimenes e injusticias.
En nuestra estancia visitamos también la bella ciudad de Delft, famosa por su cerámica y que además posee una interesante iglesia en la que es enterrada la familia real Holandesa. Visitamos también La Haya, interesante la zona que rodea al palacio real y que esta repleta de galerias de arte y la pequeña ciudad de Haarlem, que su nombre dió origen al conocido barrio de Nueva York debido a la gran llegada de inmigrantes holandeses. En otra escapada nos acercamos hasta el bellísimo pueblo de Edam para luego ir hasta Volendam y tomar el ferry hasta Marken un diminuto pueblo costero de gran belleza pero con poco que ofrecer. Bien, creo que me he dejado poco para contaros, asi que como siempre aquí van mis imágenes particulares.
Imágenes: Chic & Decó