La fuerza que desprende una decoración basada en blanco y gris queda patente en este apartamento en el que apenas hay espacio para otra gama de colores. Luz a raudales y un aprovechamiento óptimo del espacio, son las claves para que el resultado sea un hogar cómodo, sereno y elegante. Personalmente me gusta todo, en especial el suelo, la mesa de la cocina y las chimeneas que son deliciosamente encantadoras.
Imágenes: Trendenser