Una vieja casa de ladrillo visto que anteriormente albergó un establo, es hoy una preciosa casa con amplias y luminosas estancias decoradas con una exquisita combinación de objetos adquiridos en mercados de pulgas y brocantes franceses. Con el color blanco como base y fondo a la vez, se ha obtenido un resultado refinado, elegante y super chic, juzgad vosotros mismos.