Que bella es Venecia, la ciudad de los canales. Un gran escaparate de palacios únicos que se graban en nuestra retina y que jamás puedes olvidar, deseando siempre estar de vuelta pronto. Soy una gran amante de Italia, su gente, su color y su comida, pero como no, de su paisaje siempre diferente y hermoso. Visitamos Venecia en el verano de 2006 y quedamos enamorados de su encanto señorial y elegante. Romántica y llena de historia aprendimos que pasear y dejarse perder por sus calles era un placer. Me atrevo a decir que es la ciudad más especial del mundo. En nuestra estancia también visitamos las islas de Murano, Burano y Torcello, todas de gran belleza, pero quizás fue Burano, por los llamativos colores de las fachadas de sus casas, la que más nos encandiló. Nos alojamos en La Residenza Cannaregio, un hotel con encanto que en su tiempo fue una fabrica de góndolas y que en la actualidad esta completamente restaurado, mezclando espacios de diseño con la arquitectura tradicional veneciana. Os dejo con mis fotografías particulares que creo reflejan muy bien la belleza singular e inigualable de Venecia.
